En aumento los casos de Alzheimer en México: Araxi Urrutia Odabachian

  • La experta en género evolutivo ofreció la conferencia “Enfermedad de Alzheimer, una perspectiva genético-evolutiva” dentro del ciclo “Las neurociencias en México y el mundo” de El Colegio Nacional.
  • “La salud mental y las relaciones sociales son una parte integral de nuestro proceso de salud”, indicó.

Miguel Valera

La enfermedad del Alzheimer involucra un deterioro cognitivo por el hecho de empezar a perder la memoria; es un deterioro de nuestras capacidades cognitivas en un momento en el que el resto de nuestro cuerpo puede estar en buenas condiciones, así lo expresó la investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, Araxi Urrutia Odabachian.

Al participar en la conferencia “Enfermedad de Alzheimer, una perspectiva genético-evolutiva” dentro del ciclo “Las neurociencias en México y el mundo” de El Colegio Nacional, dijo que esta enfermedad “deja una marca muy dramática en nuestro cerebro, tanto a nivel macro como cambios a nivel de las células y molecular”.

Dijo que el Alzheimer es el tipo de demencia más frecuente que va en aumento. “Antes estaba más asociada con los países desarrollados. Hoy estamos viendo tendencias muy muy fuertes de un aceleramiento en los casos de países en desarrollo. En México, 7 u 8 personas están afectadas por esta enfermedad de cada mil habitantes, pero las expectativas hacia el 2050 es que esto va a ir en aumento”.

En la gráfica, la especialista mostró que Japón, con 26.7 casos tendrá un aumento hacia el 2050 de 44.7. Italia, con 23.7 pasará a 42.7 y México, con 7.7, podría llegar a 19.00.

“Uno de los principales factores de riesgo para desarrollar la enfermedad es la edad. Se habla de otros factores como fumar, beber en exceso, el aislamiento social, la falta de un desarrollo educativo continuo, entre otros muchos otros factores. Sin embargo, uno de los principales factores de riesgo es la edad avanzada”, destacó la investigadora.

LA EDAD, FACTOR DE RIESGO

Al mostrar una gráfica mostrando las edades de 65 años de edad en adelante, la doctora Araxi Urrutia Odabachian dijo que ahí se muestra el número de personas o porcentaje de personas que desarrolla Alzheimer de acuerdo a edad, empezando por los rangos de 65 a 69. Lo que tenemos en oscuro es la prevalencia en hombres y las claras, en mujeres. La prevalencia de esta enfermedad va avanzando con la edad. Es un factor de riesgo muy importante.

¿Es la enfermedad de Alzheimer una forma de envejecimiento acelerado?, se preguntó. “Lo que se conoce acerca de esta pregunta lo resumimos en un capítulo de un libro reciente en donde nos preguntamos de los posibles paralelos de la enfermedad de Alzheimer y el envejecimiento normal”.

“Siguiendo esta pregunta, en un trabajo más reciente, lo abordamos desde una perspectiva genética. Cuando analizamos los genes alterados con la enfermedad, lo que vimos es que efectivamente hay un patrón bastante fuerte, de un cambio en la actividad de estos genes tanto a la baja como al alta en la línea del tiempo”.

“Sí tomamos en cuenta aquellos genes que se están viendo alterados de forma aberrante durante la enfermedad de Alzheimer y vemos su distribución o sus niveles de actividad a lo largo de nuestra vida, lo que vemos  es que durante el proceso de envejecimiento normal esos genes se están modificando. Esto es consistente con esta hipótesis de que hay paralelos moleculares entre los dos procesos”.

Dijo que los genes asociados a envejecimiento están diferencialmente expresados en la enfermedad de Alzheimer y concluyó en la primera parte de su exposición que “a nivel genético hay cambios comunes en la enfermedad de Alzheimer y el envejecimiento normal. Los genes alterados en la enfermedad de Alzheimer modifican su actividad con la edad y viceversa”.

¿Cuáles son los genes asociados al envejecimiento?, cuestionó retóricamente durante la exposición. Luego, dijo que la expectativa de vida sana debiera ser de interés de todos. “A lo largo de nuestro desarrollo cultural algo que hemos visto es que en efecto nuestra expectativa de vida sí ha aumentado con respecto a un estilo de vida antes del desarrollo de la agricultura. Sin embargo, desgraciadamente, este aumento en longevidad, ha llegado a un aumento del periodo de edad que pasamos siendo afectados por enfermedades crónico degenerativas, que incluyen demencia, pero también otras”.

Al cerrar la segunda parte de su exposición, la científica mexicana concluyó que “estudiar los genomas de otras especies de animales nos ayuda a entender la evolución y los mecanismos de envejecimiento”.

POR UNA VIDA MÁS SANA

“Si queremos llevar una vida más sana debemos de disminuir aquellos factores que nos llevan a estos procesos inflamatorios de manera crónica”, dijo de manera contundente.

“No estar sentados, no ver tanto la televisión, de comer bien, de hacer mucho ejercicio, pero algo que tal vez no siempre se reconoce y que entre los estudios de los últimos años han traído y han mostrado su relevancia, que es similar a los efectos nocivos de fumar tabaco, es el aislamiento social. Esa parte es algo que siempre debe de resaltarse. La salud mental y las relaciones sociales son una parte integral de nuestro proceso de salud. Tanto del resto de nuestro cuerpo como de nuestro cerebro”, expuso.

“Un ambiente social adverso impacta en nuestro sistema inmune, salud y contribuye a un deterioro cognitivo acelerado o prematuro. Entonces, estados de soledad, de una falta de propósito en la vida, un estrés crónico, procesos de insomnio nos llevan precisamente a estas alteraciones de largo plazo que tienen un efecto tan nocivo para nuestro cerebro y que contribuyen a esta susceptibilidad a padecer patologías asociadas a una degeneración, incluido el Alzheimer”, destacó.

“Lo que no podemos evitar en la vida es precisamente la muerte, pero lo que sí podemos concentrarnos es que ese periodo de tiempo que vamos a pasar entre el nacimiento y nuestra muerte nos lo pasemos de lo mejor posible”, concluyó.

 

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