La Expedición 2021 de Mario Jesús Gaspar Cobarruvias del Camino Real, de Perote a Veracruz. Día 9

25 abril, 2024 4:42 am
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Por L.C.C. Mario Jesús Gaspar Cobarruvias, jefe y guía

Día 9/19. Diciembre 11, 9:41 PM.

Hoy fue un día muy emocionante. Como nuestro guía para Volcancillo no nos cumplió, opté por el plan B, que era terminar el reconocimiento del camino real desde La Joya hasta San Miguel del Soldado, que habíamos dejado pendiente días atrás por las inclemencias del tiempo en este tramo que es sin duda, el más hermoso del camino real de Perote a Veracruz, por sus paisajes increíbles y las magníficas obras de arquitectura e ingeniería civil que se localizan bajo su calzada.

Así, avisé a los amigos que a partir de las 10:00 AM comenzaría en La Joya con Ana María Andrade Rodríguez y así fue. Poco después se nos unió nuestra querida amiga Abigail Landa López, que pese a estar un poco delicada de su estómago, se armó de valor para participar. Sin embargo, por salvar a un perrito de ser atropellado, como es su vocación de salvamento, olvidó su chamarra, bufanda y sombrero, solo llevaba encima un suéter verde, para protegerse del frío y el Sol. Es la segunda vez que Ana, Abi y yo salimos a caminar juntos en esta expedición. Los tres formamos un buen equipo para conseguir el éxito y hoy lo demostramos.

No vimos otra vez a nuestro amigo canino “Humboldt” en La Joya y suponemos que quizá encontró su camino de regreso a Las Vigas. En lo que Abi llegaba, desayunamos en un puesto de la carretera, Ana una gorda grande con nopales, bistec y frijoles y yo tacos dobles de tripa y cabeza de res. Ya reunidos, caminamos al otro extremo de La Joya para retomar la ruta del camino real donde nos habíamos quedado días antes.

Así, caminamos por la calzada pavimentada con parte del antiguo basalto a la vista, a paso lento al principio y gozando del excelente clima y visibilidad para tomar fotografías. Pasamos por antiguas casas con arquitectura neoclásica de finales del siglo XIX o inicios del XX. Visitamos la campana y horno de pan del siglo XVIII frente a la iglesia parroquial dedicada a San José.

Deploramos que se les haya quitado sus placas que mencionaban las fechas dadas por el INAH a estos objetos históricos. Luego subimos a esta iglesia edificada en el siglo XVIII en lo alto de un cerro que domina el camino real. Vimos un nutrido grupo de niños cantando villancicos y rompiendo varias piñatas, así como la iglesia engalanada para la inminente celebración del día de la Virgen de Guadalupe, patrona de México. Tomamos fotos y vídeos de todo.

Luego bajamos al camino real y proseguimos hasta alcanzar el Parque de los Cañones, que es una plazuela triangular donde reposan dos piezas de artillería de a 6 libras apuntando al camino real, una de a 8 libras orientada hacia el callejón Guízar y Valencia. Y una de a 4 libras en un pedestal. Le expliqué a Abi y Ana la historia de ese sitio y que contrario a como se publicita o se dio a conocer en internet hace una década, estos cañones no son franceses sino mexicanos. Pues la artillería francesa que arribó a México en 1862, era tecnológicamente más avanzada y letal que la mexicana: piezas de bronce muy resistente y capaces de disparar proyectiles con mayor precisión al usar ánima estriada y no lisa en el Interior de sus bocas de fuego.

Igualmente que la placa del pedestal refiere a Maximiliano de Austria o Habsburgo y no de Asturias, que es un título y región de la corona española para sus herederos al trono. Con el cielo despejado y un agradable calor, fuimos a comer pays de queso y piña con café de olla. Esto nos sirvió para relajarnos antes de acometer el resto del viaje.

Retomamos el camino y salimos de La Joya para enfilar hacia Cruz Verde, no sin antes captar una cueva a la izquierda del camino real, el imponente Cerro de La Joya que es en realidad uno de tres volcanes monogenéticos con antigüedad mucho mayor que el cerro Macuiltépetl en Xalapa. También captamos la vía del ferrocarril interoceánico y visitamos muy de cerca un puente de armadura metálica invertida para el paso del ferrocarril a un lado de las laderas de este volcán extinguido. Abi lo captó desde todos los ángulos y caminando por encima. Regresamos al camino real y presenciamos el paso de un convoy ferroviario muy numeroso. Visitamos a continuación el poblado de Cruz Verde, un antiguo barrio de La Joya en el periodo virreinal.

Ahí existe un puente con un arco de 5 metros de anchura, construido por el Consulado de Veracruz en 1804. Junto está lo que fuera una casa de diligencias en el siglo XX y sus habitantes nos hicieron plática, coincidiendo en que parte de sus ancestros eran de la familia Caraza, muy conocida en Jilotepec, la tierra de Abi. Ella se encargó de enlazar a las dos familias para que se conozcan. Los señores de Cruz Verde recordaban mi paso por ahí en diciembre de 2017 cuando pasé con mis amigos viniendo desde Banderilla y San Miguel del Soldado hacia La Joya. Con la luz decayendo, apresuramos el paso para llegar a nuestra meta.

En el camino las excelentes condiciones meteorológicas comenzaron a cambiar gradualmente. No obstante, captamos a lo lejos el cerro de La Magdalena y otros más que Abi conoce en su tierra natal. La cascada de Naolinco apenas si es visible por estar en época de secas. Mientras ellas captaban esos maravillosos paisajes, yo me enfoqué a localizar y geoposicionar alcantarillas integrantes y cuevas próximas al camino real. De esta forma, logré asentar la existencia de 8 desagües y una nueva que no conocíamos antes. Sabía de la existencia de dos cuevas que bautizamos como “Cueva de los Quiques” y “Cueva de la vaca de Abi” en nuestra expedición del 18 de mayo de 2014. No obstante, Abi logró localizar una tercera y tengo sospecha de la existencia de una cuarta. Gracias a su baja estatura, ella pudo ingresar donde yo no pude y prestó un gran servicio como avanzada para fotografíar estás cavidades de origen volcánico.

Regresaremos en otra ocasión para documentarlas en profundidad. La luz del sol se iba extinguiendo y para cuando llegamos al cruce donde al camino real se le conectan un camino empedrado que va al norte y la carretera que va hacia Acajete, el cielo azul se había nublado y rachas continuas se aire frío comenzaron a azotarnos. Siendo Abi la más desprovista de protección, le di una frazada muy cálida que llevaba dentro de mi bajo sleeping y más tarde mi chamarra. Fue tan intenso el aire gélido causado por la entrada de un frente frío a la costa veracruzana, que nuestra marcha se convirtió en un avance muy veloz para llegar al calor y seguridad de San Miguel del Soldado, dejando a un lado la apreciación de la belleza de la calzada empedrada con basalto y los bosques circundantes. Solo nos detuvimos para leer las cuatro placas que se colocaron en 2018 en otros tantos puntos de la Cuesta del Soldado, indicando la importancia del camino real, la presencia de un tramo empedrado armonioso en 2014 y actualmente reducido a un 10 por ciento de su totalidad, así como del gran muro de contención llamado La Muralla Grande.

Al llegar a este punto, ya casi no había luz solar y gracias a una linterna LED que siempre llevo en mi cinturón y que tiene las mismas prestaciones que la linterna de un casco de espeleología, pude iluminar el sendero y conducir la marcha hasta alcanzar la seguridad de las calles del centro del pueblo, varios kilómetros más adelante.

Logré obtener buenas imágenes del camino real recorrido de noche, aunque no tantas en cantidad, pues mi objetivo principal era poner a salvo a mis acompañantes ante las adversas condiciones climáticas, antes que otra cosa. Es un gusto felicitar a Ana María y a Abigail porque además de mostrar siempre disciplina, espíritu de trabajo y cooperación, mantuvieron el valor y la serenidad en todo momento, sin culpar a nadie y con un excelente sentido del humor que nos hizo menos pesada la frenética marcha por el bosque. Finalizamos actividades en la parada de San Miguel del Soldado, a las 6:45 PM.

No hallamos donde comprar café caliente ni elotes o esquites para entrar en calor. En un taxi colectivo logramos meter nuestros cuerpos y equipos, logrando bajar a Banderilla donde nos separamos, cansados hasta la médula pero felices a más no poder por haber cumplido con la tarea de hoy, haber hallado cosas nuevas y haber salido triunfantes de la prueba que nos impuso la madre naturaleza. Todos llegamos con bien a nuestras casas o sitios de alojamiento temporal.

Mañana domingo 12 de diciembre, partimos de Banderilla a las 8:00 AM rumbo a Miradores, desde donde comenzaremos a bajar por el camino real hacia Cerro Gordo y pasaremos la noche en Plan del Río, tras haber avanzado 21.27 kilómetros, será el día que más caminaremos en esta expedición, saliendo de la zona de clima frío y templado para entrar a la caliente. Si lo conseguimos habremos caminado 118.47 de los 243.43 kilómetros que componen nuestro itinerario.

Agradecemos a todos nuestros amigos desde Perote a Xalapa, todas sus atenciones y apoyos que de una u otra forma, han ayudado al éxito de está expedición documental, Dios nuestro Señor les bendiga ayer, ahora y siempre.

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