Voz de mujeres
- “Me ha hecho mejor persona”, asegura la Coordinadora de Prevención y Atención de la Violencia contra las Mujeres
Xalapa, Ver., 19 de abril de 2016.- Servir a la sociedad xalapeña desde la trinchera de los derechos humanos es una tarea que exige conocimiento de la realidad, formación académica, sensibilidad, apertura y compromiso. Para la titular de la Coordinación de Prevención y Atención de la Violencia contra las Mujeres, Norma Angélica Lozada representa un reto constante que, sin embargo, está lleno de satisfacciones.
Egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV), Norma Angélica Lozada Gómez se incorporó al Instituto Municipal de las Mujeres (IMM) por invitación de la ahora regidora Ana Karina Platas Córdoba, cuando era la titular de dicha área en el mismo organismo.
Era 2009 cuando pasó de ser asistente de esta coordinación a encargada del departamento legal y de ahí, a coordinadora. Entonces la titular del IMM era Guadalupe Rebolledo Guillaumín. “Sobre la marcha, he ido aprendiendo el tema de género. He tenido que estudiar mucho el tema para combinarlo y complementarlo con el jurídico”.
Pero no basta sólo la parte académica y legal. Es imprescindible la sensibilización para abordar cada situación, porque “las usuarias llegan aquí con la intención y la necesidad de que alguien las escuche y les diga qué pueden hacer. También he tenido que aprender esto”.
Con Marga Leticia Morgado al frente del instituto, además de la coordinación a su cargo, Norma Angélica también fue encargada de diversas tareas de índole administrativa.
Ahora con Yadira Hidalgo como directora “también me siento muy a gusto. Ella impulsa mucho el tema de las políticas públicas, que no pensé que fuera a gustarme tanto. Si se trata de propuestas adecuadas al trabajo del instituto, las implementa, y eso me parece muy bien”.
Así como al instituto acuden usuarias dispuestas a hablar y escuchar, también llegan con un grado de afectación por los problemas que les impide dialogar y confiar. Aquí el trabajo conjunto y la participación de las psicólogas son determinantes.
Para Norma Angélica se trata de un servicio, porque “autoridad no somos, les damos asesorías y canalizamos a las personas para que sepan a dónde acudir para resolver sus problemas. No bastan las asesorías, se necesita dar seguimiento, acompañamiento”. En el IMM atienden tres abogadas a un número importante de usuarias. El año pasado acudieron más de 600.
Un caso difícil
La servidora pública municipal se enfrenta constantemente a situaciones difíciles por la diversidad de factores involucrados. Recuerda especialmente el de una menor, víctima de alienación parental, que tuvo que ser recibida en casa por su tía, luego de ser objeto de una disputa entre los padres.
“La tenía el papá, se la quitó a la mamá, y en los tres meses que la tuvo, la niña cambió totalmente, pensaba diferente, tenía a la mamá como la malvada del cuento, la odiaba y decía cosas muy feas de ella, cuando al principio tenían una excelente relación.
“Optamos por retirarla de la presencia del papá y canalizarla a Conecalli, no había opción. Ahí estuvo casi seis meses y luego se la dimos a la hermana de su mamá. Cuando logramos la convivencia de la niña con su tía, volvimos a ver a la misma niña de antes. Entonces tenía cinco años”.
Lamentablemente -prosiguió Norma Angélica-, los padres no piensan en la afectación que causan a los menores al manipularlos así, pero lo único que pueden hacer es encaminarlas para que continúen el proceso. “Nosotras no podemos involucrarnos emocionalmente. Debemos ser objetivas”.
“En el instituto tampoco podemos prometer nada a las usuarias, sino hacer todo lo posible y lo que se gane debe ser a favor de ellas. Dependemos de los juzgados y las fiscalías. Lo único que podemos darles es el acompañamiento y, en algunos casos, la representación jurídica”.
Servir a las mujeres xalapeñas es para Norma Angélica Lozada Gómez en el Instituto Municipal de la Mujer ha sido una experiencia gratificante en todos los ámbitos de su vida. “Me siento bien conmigo misma, en lo personal, con mi familia y mis amigas y compañeras de trabajo. Me ha hecho mejor persona”, concluye.